
Article publié dans el Pais ce matin :
Francia rinde homenaje a una española asesinada en la matanza perpetrada en la localidad francesa en 1944 y cuya identidad no se verificó hasta 2020
Ramona Domínguez Gil ya está con los suyos. La exiliada republicana cuyo rastro estuvo perdido más de siete décadas ha sido oficialmente reconocida este martes como la víctima 643ª de la matanza de civiles que las tropas nazis perpetraron en la localidad francesa de Oradour-sur-Glane el 10 de junio de 1944. En vísperas del 77º aniversario de uno de los episodios más siniestros de la ocupación nazi en Francia, el nombre de Ramona, cuya identidad descubrió un profesor catalán aficionado a la historia que alertó a las autoridades locales de la existencia de una víctima española más —en total fallecieron 19 españoles en Oradour, 11 de ellos niños—, ha sido incluido, este martes, en las placas conmemorativas del “pueblo mártir” cuyas ruinas calcinadas el general Charles de Gaulle ordenó no reconstruir para “conservar el recuerdo, para que nunca más se produzca una desgracia semejante”.
“Se llamaba Ramona Domínguez Gil, tenía 73 años y había huido el franquismo con los suyos, como tantos otros españoles que intentaron, arriesgando sus vidas, combatir la opresión. Encontró refugio aquí, en Oradour (…) y murió aquí, en Oradour, con los suyos, víctima de la furia loca, de la ignominia de los hombres, víctima del mayor ultraje de la humanidad y de los valores de la república”, dijo el presidente del consejo departamental de Haute-Vienne, Jean-Claude Leblois, en la ceremonia en la que fue incorporada la foto de Domínguez a la Galería de los Retratos del Centro de la Memoria de Oradour.
“Madame, su recuerdo ya no se borrará”, prometió ante representantes locales y del cónsul general español en Burdeos, Rafael Tormo Pérez, que depositó una corona de flores ante el memorial a las víctimas del cementerio de Oradour, hermanado desde 2017 con el pueblo español de Belchite.
El gran ausente al acto fue, paradójicamente, el principal responsable de que Ramona haya sido reconocida: David Ferrer Revull. Este profesor de inglés de Sabadell, de 51 años, ha sido el que, mediante una exhaustiva investigación, motivada únicamente por un gusto por la historia y un deseo de que no se perdiera la memoria del exilio republicano, especialmente en el episodio tan olvidado de Oradour, descubrió no solamente que muchos de los españoles reconocidos como víctimas de la matanza nazi estaban mal identificados —apellidos confundidos o mal escritos, igual que fechas de nacimiento u otros datos incorrectos—, sino que en los registros franceses faltaba una víctima, Ramona Domínguez.
Para Ferrer, que no pudo acudir a Oradour por motivos de trabajo, con esta ceremonia “las autoridades francesas muestran una voluntad manifiesta de poner a Ramona en el lugar de la historia que le corresponde”, dice por teléfono. Supone también una “voluntad de homenajear a las víctimas del fascismo, tengan la procedencia que tengan”, algo que dice que falta todavía en España, país de origen de Ramona y sus compatriotas fallecidos en Oradour, aunque empieza a haber algunos gestos, como la inauguración este jueves en Barberà del Vallès (Barcelona) de unos jardines dedicados a las hermanas Angelina y Emilia Masachs, dos de las víctimas españolas más jóvenes de Oradour (7 y 11 años).
Una matanza hasta hoy incomprensible
La pesadilla de Oradour sorprendió a los españoles como Ramona, una aragonesa asentada en Cataluña, en el que quizás fuera el primer momento de esperanza y tranquilidad tras largos años de guerra, primero en su país y luego en la Francia que los acogió —no en las mejores condiciones en muchos casos— tras la victoria del franquismo. Cuatro días antes del fatídico 10 de junio, se había producido el desembarco de Normandía, que abrió la esperanza de que la pesadilla de la guerra estaba por fin a punto de terminar. Con lo que no contaban los habitantes de Oradour, entonces una próspera población de 1.574 habitantes cercana a Limoges, era con la furia que la amenaza de derrota llevó a las tropas nazis enviadas como refuerzo al frente normando a realizar una “acción ejemplarizante” a su paso —y Oradour les quedaba de camino— para que los franceses no se envalentonaran con las noticias de la llegada de las fuerzas aliadas.
En junio de 1944, Ramona llevaba ya cuatro años viviendo en Oradour, adonde había llegado siguiendo a su hijo, Joan Téllez Domínguez, un anarcosindicalista de Barcelona que, ante el avance de las tropas franquistas sobre Cataluña, emprendió la huida a Francia en febrero de 1939, durante la Retirada, junto a su madre y su mujer, Marina Domènech, así como con los dos hijos de la pareja, Miquel y Harmonia. El último miembro de la familia Téllez Domènech, Llibert, nació en el hospital de Limoges del que dependía la vecina Oradour, en 1942.
Todos perdieron la vida el 10 de junio de 1944, cuando llegaron a Oradour los soldados de las tres secciones de la tercera compañía del regimiento blindado Der Führer de la división Waffen SS Das Reich. Rápidamente, los efectivos nazis cercaron el pueblo y separaron a los hombres de las mujeres y los niños, que obligaron a entrar en la iglesia. Mientras los hombres eran ametrallados en varias partes de Oradour, en cuyas ruinas se multiplican las placas recordando los lugares de las ejecuciones, las mujeres y niños sufrían un destino más horrible si cabe aún, ya que la iglesia fue incendiada con las puertas cerradas. Quienes no murieron asfixiados o quemados, lo hicieron abatidos por las balas de los soldados apostados fuera. Se salvaron apenas un puñado de habitantes. De ellos, solo Robert Hébras, que tenía 19 años el día de la matanza, sigue vivo. Este martes, asistió emocionado a una ceremonia que “significa que la memoria existe”, celebró.
El saldo siniestro de esa jornada fatídica fue, durante décadas, de 642 víctimas, recordadas cada año, el 10 de junio, en una ceremonia. La próxima conmemoración ya honrará a los 643 muertos, tras la inclusión de Ramona Domínguez por el trabajo casi detectivesco de Ferrer Revull. Gracias a él, los españoles de Oradour “ya no son anónimos”, dice Amada Pedrola Rosseaud, vicepresidenta del Ateneo Republicano de Limoges.
“Ramona ha permitido que se conozca a los otros”, reflexiona Ferrer Revull. “De ser la desconocida, la que no figuraba en las listas, ha sido la que pone un poco de luz sobre todos los demás”, insiste.
https://elpais.com/internacional/2021-06-08/ramona-dominguez-la-ultima-victima-del-horror-nazi-de-oradour.html


Discours prononcé par Amada Pedrola Rousseaud, vice-présidente de L'AteneoR Republicano du Limousin :
Mesdames et Messieurs les Elus, Monsieur le Consul Général d'Espagne à Bordeaux,
Mesdames et Messieurs,
Le président de l'Ateneo Republicano du Limousin, Jean-Louis Schmitt-Gomez, vous prie de l'excuser, il n'a pas pu être présent pour raisons de santé.
Notre ami et adhérent David Ferrer Revull m'a demandé de l'excuser, ses obligations ne lui permettant pas de venir à Oradour.
De plus il remercie chaleureusement les personnes qui lui ont facilité la tâche dans laquelle il s'est investi, à savoir le Centre de la Mémoire, les Archives Départementales, l'Association des Familles des Victimes d'Oradour, l'Ateneo Republicano du Limousin et les descendants des familles espagnoles. C'est grâce à eux qu'il a pu écrire l'histoire des Républicains Espagnols d'Oradour en général et de Ramona Gimenez en particulier.
L'Ateneo a été créé dans le but de promouvoir la mémoire des exilés espagnols et de faire connaître leur histoire. Ce que nous nous efforçons de faire depuis 2008, à travers des colloques, des films, des débats, des participations à des expositions en partenariat avec d'autres associations et avec le soutien du Conseil Départemental et de certaines municipalités.
Quelques exemples : L'inauguration de la stèle consacrée aux Républicains Espagnols à La Fauvette avec le soutien de la municipalité d'Oradour le 4 octobre 2014, les visites de délégations d'Espagnols accompagnées de monsieur Robert Hébras ou de madame Palmira Desseix ; le tournage d'un documentaire « Fugir de l'Oblit » de Abel Moreno, retraçant l'histoire de Josep« Pitu »Busó, interné au 643ème GTE, et également notre présence tous les ans avec notre drapeau à la commémoration du10 juin.
Nous avons la chance d'avoir au sein de l'association deux jeunes docteures en études hispaniques :
Eva Léger, ici présente, qui la première, a parlé dans son Master des réfugiés espagnols cantonnés dans le 643ème GTE établi au lieu-dit La Fauvette, puis dans sa thèse « L'exil républicain espagnol en Limousin,cartographie des mémoires, des imaginaires et des appartenances » soutenue à Paris en 2014
Tiphaine Catalan, qui n'a pas pu se libérer, a soutenu sa thèse en novembre 2020 à l'université Paris 8
« La participation des espagnol-e-s à la Résistance en Limousin, parcours individuels et construction des identités, 1940-1944 ».
C'est suite à une visite au village martyr et au Centre de la Mémoire que David Ferrer a entrepris ce travail colossal sur les victimes espagnoles. Il a eu à cœur de le mener à bien et d'en faire un livre « Recuerda » que est à votre disposition au Centre de la Mémoire.
Comme ce livre est en espagnol, l'Ateneo s'est donné pour tâche de le traduire pour qu'il soit accessible à tous.
Malheureusement, notre petit budget ne nous permet pas de payer un correcteur et un imprimeur.
Le travail de David Ferrer a une grande valeur Historique mais aussi Humaine car il a permis de mettre un visage et d'écrire l'histoire de ces personnes qui s'étaient si bien intégrées dans la vie des Radounaux. Ainsi, elles ne tomberont pas dans l'anonymat puis l'oubli.
Il continue son travail de mémoire en Espagne, puisque le 10 juin, date fatidique du massacre, une plaque portant le nom des sœurs Masachs sera inaugurée dans le jardin public de Barberá del Vallés, près de Sabadell en sa présence et celle des descendants de la famille Masachs.
L'Ateneo Republicano du Limousin remercie le Conseil Départemental, la municipalité d'Oradour, le Centre de la Mémoire, l'Association des familles des Victimes ainsi que les différentes personnalités ici présentes de nous avoir permis de participer à cette commémoration.
Discours prononcé par M. Jean-Claude Leblois, Président du Conseil départemental :
Dévoilement de la plaque hommage à Ramona Dominguez Gil, 643ème victime
Centre de la mémoire d’Oradour-sur-Glane
MARDI 8 JUIN 2021 – 16H30
Monsieur le Consul général du Royaume d’Espagne,
Cher Robert Hébras,
Monsieur le Président de l’association des familles de martyrs d’Oradour s/ Glane (et les membres présents),
Monsieur le Président du Centre de la Mémoire,
Monsieur le Maire,
Madame la Vice-Présidente d’Ateneo Republicano
Mesdames, Messieurs les élus,
Mesdames, Messieurs,
Pour les victimes du 10 juin 1944.
Elle s’appelait Ramona Dominguez Gil.
Elle avait 73 ans.
Elle avait fui le franquisme avec les siens, comme tant d’autres Espagnols épris de liberté, qui ont tenté, au péril de leur vie, de combattre l’oppression de la dictature.
Elle avait trouvé refuge ici. A Oradour-sur-Glane. La France, terre d’accueil bouleversée en cette période de guerre, lui avait offert cet asile. Cette paix.
Et elle a péri ici. A Oradour-sur-Glane, le 10 juin 1944. Avec les siens, son fils, sa belle-fille et ses petits-enfants.
Victime de la fureur folle. Victime de l’ignominie des hommes. Victime d’un des plus grands outrages faits à l’humanité et aux valeurs de notre République.
Alors, retrouver son visage aujourd’hui, voir les traits retracés de la femme qu’elle était, c’est redonner corps à son existence. A sa vie. A son histoire.
Sur la photo que nous allons dévoiler, Ramona Dominguez Gil ne sourit pas. Son visage est grave.
On y lit son parcours. Ses épreuves. Ses combats.
On y lit, aussi, une forme de sérénité vigilante, consciente du tumulte qui gronde autour.
Son visage traduit la sagesse de ces personnes qui savent, comme éclairées de l’intérieur par leur courage face à l’adversité.
La retrouver elle, lui rendre hommage aujourd’hui, c’est saluer la mémoire des républicains espagnols et, avec eux, celle de tous ceux qui se sont battus pour un idéal de paix, de liberté, d’égalité et de fraternité.
Chacune des 643 victimes du 10 juin a sa propre histoire. Et chacune des disparitions intervenues ce jour-là est insupportable. L’évocation de leur fin atroce fait surgir en chacun de nous une irrépressible nausée.
(Comme aujourd’hui,) Il faisait beau ce jour-là. Et en quelques heures sur Oradour, l’horreur, l’effroi et la mort se sont abattus.
Madame Dominguez-Gil, je vous salue.
Nous vous saluons.
Nous aimerions pouvoir revêtir vos traits sereins et graves. Mais nous demeurons intranquilles, révoltés par l’inacceptable et nous veillons chaque jour à ce que cette mémoire demeure vivace.
Je remercie profondément David Ferrer Revull, historien, qui, avec le concours des archives départementales et d’Ateneo republicano, à force de pugnacité, vous a redonné une identité, un visage.
Votre souvenir ne s’effacera pas.
Nous en sommes les gardiens désormais et n’aurons de cesse de transmettre cette mémoire à nos enfants.
Comptez sur nous, Madame, pour les aider à devenir des esprits libres et des citoyens éclairés.
Nous n’oublions pas. Ils n’oublieront pas.
Je vous remercie.
Palabras del Señor Rafael Tormo Pérez, Cónsul General de España en el Centro de la Memoria de Oradour-sur-Glane, 8 de junio de 2021
M. le Président du Conseil départemental,
Mme. la Sous-Prefète du Département
M. le Maire d’Oradour-sur-Glane,
M. le Président de l’Association nationale des familles des martyrs d’Oradour-sur-Glane,
M. la Vice-Présidente d’Ateneo Republicano du Limousin,
M. le Président du Centre de la Mémoire d’Oradour-sur-Glane,
Mesdames, Messieurs,
Ramona Domínguez Gil rejoint aujourd’hui dans le cadre de ce Centre de la Mémoire les autres victimes espagnoles de la barbarie qui avaient été reconnues au préalable.
C’est grace aux travaux menés par le chercheur David Ferrer, pour retracer le parcours des familles espagnoles refugiées en Limousin que nous avons pu reintegrer Ramona à sa famille la plus proche: son fils, sa bèlle-fille et ses trois petits-enfants. Tous avaient été également assasinés à Oradour le 10 juin 1944, date de ce crime honteux, cet enorme massacre d’une population civile par temps de guerre.
En fait Mme. Domínguez rejoint aussi une famille plus large, celle des 642 autres victimes de cette barbarie, la grande famille des habitants d’Oradour et même des limougeauds qui sy étaient déplacés ce samedi malhereux, tous unis dans un martyre qui intervient quatre jours après le débarquement des allies en Normandie... à l'aide de l'association Ateneo Republicano du Limousin et des archives départementales de la Haute-Vienne. Les exilés espagnols, eparpillés en France depuis cinq ans après la guerre en Espagne, même avant, suite à l’éffondrement du front du nord 1937-38, ont eu une présence importante en Haute Vienne. Ils on partagé les circonstances très diffíciles d’une guerre ajoutée au conflit fratricide et parfois ils ont aussi subi une destinée tragique, como celle d’Oradour que nous évoquons aujourd’hui.
Ces mots veulent être surtout de respect en hommage à la mémoire de toutes les victimes du village-martyr, françaises, espagnoles, toutes nationalités confondues, mais ce sont aussi des paroles de gratitude, en reconnaissance officielle des autorités espagnoles aux autorités françaises du Département, à la Mairie d’Oradour et aux responsables de ce Centre de la Mémoire pour la sollicitude de ses élus puisqu’ils ont decidé de prendre en charge les fouilles de M. Ferrer en vue de rendre hommage à Ramona Dominguez, qui, comme tant d’autres citoyens espagnols, a trouvé réfuge en France. Un asile par ces temps de tribulation, d’épreuve et pour l’Espagne, et pour la France, dans une Europe déchirée par les extrémismes.
Nos sincères remerciements pour cette initiative qui s’inscrit dans la récuperation de la mémoire. L’exil de 1939 a été une blessure douloureuse dans l’histoire récente de l’Espagne. Près d’un demi million de compatriotes ont été aménés à abandonner leur pays dans des circonstances dramatiques. Nos deux pays ont subi les malheurs d’une Europe secouée et ravagée par des luttes fratricides.
Plus tard, une fois finie la II Guerre Mondiale et jusqu’aujourd’hui, l’empreinte en France de l’exil espagnol est toujours vivante à travers leurs descendants, de véritables points d’appui dans le cadre d’une relation bilatérale bien fondée sur la connaissance mutuelle et les projets partagés au bénéfice des deux pays et, bien entendu, (c’est à dire) de leurs citoyens.
Je vous remercie.